Defensa y amenaza del Río Achibueno

El 9 de marzo cerca de tres mil personas marcharon por las calles de la ciudad de Linares con carteles que demostraban su descontento con el gobierno de Michelle Bachelet por no garantizar la protección del único río no intervenido en la Región del Maule. Desde este momento, se mantiene activo este movimiento regional que […]

El 9 de marzo cerca de tres mil personas marcharon por las calles de la ciudad de Linares con carteles que demostraban su descontento con el gobierno de Michelle Bachelet por no garantizar la protección del único río no intervenido en la Región del Maule. Desde este momento, se mantiene activo este movimiento regional que ha tenido difusión tanto en las redes sociales como también algunos medios nacionales, y que cada día gana más visibilidad.

En el 2004 la ONG Internacional Conservation en conjunto a la editorial de la Universidad de Chicago, publicaron un libro en el que le otorgaron a la zona central y norte chico de Chile la denominación de hotspot, identificación que se la da a lugares con altos niveles de biodiversidad, y por ende con prioridad de conservación. Esta mención se la dieron a distintos sectores que concentran un mínimo de 1.500 especies de plantas y organismos endémicos (propios del lugar y de ninguna otra parte del mundo). Pasados 12 años de esa publicación, hoy en Chile muy pocos sectores de la zona norte y central de nuestro país no han sido intervenidos. La actividad minera e hidroeléctrica por parte de transnacionales está a la orden del día. El río Achibueno es uno de los pocos que se había salvado.

Sin embargo, esta realidad se vio alterada el 2009 cuando el empresario Ignacio Quiroga presentó el Proyecto de la Hidroeléctrica Centinela Ltda. Esta empresa planea la construcción de dos centrales hidroeléctricas, denominadas El Castillo y Centinela, en los Altos de Achibueno. Estas actividades disminuirían drásticamente el cauce del río en los sectores de Pejerrey y Monte Oscuro, área del principal balneario en la Región del Maule. El retorno energético de las dos centrales sería de 60MW, monto muy bajo que no justifica la intervención de este río.

Sin embargo, el Código de Aguas de 1981 resguarda esta iniciativa, ya que les otorgaron los derechos de aguas en 1990.  La defensa ciudadana del río Achibueno se ha propuesto proteger este afluente. Ellos creen que si se permite la construcción de estas dos centrales, se facilitará el camino para que a futuro se intervengan otros espacios de este prístino cajón. Además existe el riesgo de que estos proyectos afecten al proyecto Senderos de Chile en la zona, lo cual afectaría en los ingresos que la región percibe por el turismo. Actualmente, el nivel del río ha disminuido notablemente, un hecho que pone en peligro el abastecimiento de servicios básicos a las comunidades aledañas.

Esta situación se agrava al conocer que durante su campaña, la actual Presidenta, Michelle Bachelet, le prometió a la región que durante su gobierno protegería este prístino curso de agua, lo que de  alguna forma se concretó, pues el año fue declarado como Santuario de la Naturaleza. Sin embargo las obras siguieron en construcción y es por ello que la gente se está movilizando.

Si tu quieres ayudar a la causa y ser parte de la resistencia, firma esta petición y también puedes mantenerte al tanto de cómo avanza en su red de facebook.

foto: panoramio.

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Fotos por Tomás Ariztía e Ismael Mena.

 

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