Entrevista a la artista ecofeminista Kalie Granier

Por Ana Vallejos Cotter & Nicole Ellena Kalie Grainer es una artista interdisciplinaria francesa radicada en Santa Cruz, California. Su obra es un constante diálogo entre el arte, la biología y el activismo. De momento, Kalie trabaja la relación entre los ecosistemas submarinos y el cuerpo humano del antropoceno. A través de materiales en bruto […]

Por Ana Vallejos Cotter & Nicole Ellena

Kalie Grainer es una artista interdisciplinaria francesa radicada en Santa Cruz, California. Su obra es un constante diálogo entre el arte, la biología y el activismo. De momento, Kalie trabaja la relación entre los ecosistemas submarinos y el cuerpo humano del antropoceno. A través de materiales en bruto (algas) recogidas directamente de la costa del Océano Pacífico, busca recuperar la empatía hacia la naturaleza, apelando a una relación simbiótica y sensible que el humano contemporáneo parece haber perdido con ésta. Kalie además es cofundadora del colectivo ecofeminista de arte Loud Spring que usa la triada de ideas, acciones y rituales, para apelar a las conciencias e invitar a la acción, uniendo fuerzas para enfrentar la crisis global. 

La naturaleza ya no debe verse más como un recurso sino como un compañero. Y es este cambio de perspectiva el que posibilita que emerjan nuevos paradigmas que hagan posible una ecología solidaria.

Los materiales en bruto obtenidos en la naturaleza son los principales insumos que la artista usa en sus obras. Crédito: Kalie Granier.

¿Cómo plasmas en tu obra la interdependencia de la naturaleza?

Me interesa trabajar desde la intersección entre la exploración y la aproximaciones empíricas y artísticas, para poder potenciar o subrayar las relaciones entre seres vivos, y de esta manera crear una sensación de humildad.

La mejor manera de aprender sobre algo es experimentando, y esto nos lleva eventualmente a la empatía. Mi experiencia de encuentro con la naturaleza es la que me ha llevado a involucrarme en la justicia social y ambiental. La naturaleza ya no debe verse más como un recurso sino como un compañero. Y es este cambio de perspectiva el que posibilita que emerjan nuevos paradigmas que hagan posible una ecología solidaria.

 Obra: Partition. Créditos: Kalie Granier.

¿Cómo mezclas disciplinas en tu quehacer artístico?

El hecho de trabajar con plantas marinas me lleva naturalmente a la interdisciplina. Es una práctica de polinización cruzada que, en diálogo con científicos y ambientalistas, se desarrolla como: instalaciones, esculturas, pinturas, y (de manera más reciente) colaboraciones audiovisuales.

¿Cuál fue tu primera inspiración y cómo ha cambiado ésta con los años?

Desde la niñez que tengo una conexión muy cercana con la naturaleza, crecí cerca del mar Mediterráneo y este vínculo nutrió mi obra cuando me mudé a París. Muchas veces la referencia estuvo mis pinturas. Luego, durante mi tiempo en California, he observado el océano y los bosques de secoya, la naturaleza en toda su majestuosidad. Esto me inspiró una visión renovada sobre las plantas, y especialmente aquellas que crecen bajo el nivel del mar. Desarrollé una nueva relación con todo lo viviente y la naturaleza salvaje. Ahora es un placer experimentar y crear con materiales naturales en bruto.

Cuéntanos acerca del proceso de integrar las algas en tu arte.

Sabemos más de Marte que de lo que sabemos sobre nuestros océanos. Artistas y científicos han trabajado mucho el reino animal, pero poco el de las plantas. Las algas fueron una parte de los primeros seres vivientes que aparecieron sobre la tierra. Están al origen de los más grandes ecosistemas marinos. Mas aún, ellas entregan una gran cantidad de oxígeno a la tierra y capturan dióxido de carbono. Estos bosques, que pueden ser hasta de 50 metros de alto, son esenciales para nuestra supervivencia.

Trabajar con algas que he recogido de la playa es para mí una manera poderosa de elaborar y crear un entendimiento poético y sensible de mi entorno.

En este momento estoy atendiendo una residencia de ciencia y arte llamada Marítima. Mi proyecto trata sobre la Posidonia Oceánica, una hierba endémica al mar mediterráneo y que está, tal como los bosques de Kelp, al borde de la extinción. Como parte de la residencia estoy trabajando en diálogo directo con científicos del instituto Idemar de Valencia. Esta cercanía me ha inspirado en nuevos proyectos creativos incluyendo algunos en formato de video.

En Kasmé trabajé en colaboración con un buzo del mediterráneo, una bailarina, un diseñador 3D y un músico. El contenido es una danza chamánica que explora el movimiento subacuático de la Posidonia Oceánica como una búsqueda por sobrevivir. El film retrata el viaje espiritual de un ser híbrido transformado en una criatura mitad humano mitad planta. Al borde entre dos especies vivientes. Este proyecto se sitúa en la intersección entre el arte, lo performático, la ciencia, el compromiso ecológico y nuestras acciones como seres enfrentados al calentamiento global.

K(h)elp: Performance realizada con trajes confeccionados con algas. Crédito: Alex Raduan @alexraduan

Hacer arte es también una manera de llegar a entender la realidad. En este sentido ¿notas alguna diferencia en tu entendimiento de la naturaleza en pasar de trabajar con materiales hechos por los humanos a materiales en bruto encontrados en la naturaleza? ¿Notas alguna profundidad nueva en este proceso artístico?

Los artistas son por naturaleza sensibles al mundo en el que se desenvuelven, y su trabajo responde al contexto cultural y temporal. Ellos cuestionan y se refieren a problemas importantes de la sociedad contemporánea a través de sus prácticas. En la era del Antropoceno, el quehacer artístico debiera tomar el desafío de crear conciencia y llamar a la acción. Trabajar con algas que he recogido de la playa es para mí una manera poderosa de elaborar y crear un entendimiento poético y sensible de mi entorno.

Para Granier, el arte también puede ser visto y comprendido como un ritual, un homenaje pagado a otros seres vivos. Crédito: Alex Raduan @alexraduan

¿Cómo vislumbras el rol del ritual en cambiar las conciencias de las personas y cómo entiendes su relación con el arte?

Me parece que los rituales nos permiten establecer una interacción y una reciprocidad con otros seres vivientes. Nuestra relación hacia la naturaleza y los otros seres hoy carece desesperadamente de sensibilidad y compasión. Tenemos una relación opresiva con los ecosistemas que nos nutren, el agua que bebemos y el aire que respiramos. ¿Cómo sucedió esto?

El arte es una manera poderosa de reclamar nuestra sensibilidad. El arte también puede ser visto y comprendido como un ritual, un homenaje pagado a otros seres vivos. Despierta nuestros sentidos, nuestras emociones y nos trae alegría y devuelve la vivacidad. Depende de nosotros ser innovadores y crear nuestros rituales contemporáneos con el fin de cambiar nuestra relación con el mundo en el que vivimos.

Colectivo artístico ecofeminista de San Francisco Loud Spring. Sus miembras son Elisabeth Dembele, Maren Mouhanna, Kalie Granier, Élodie Vidal, Magali Charmot y Clémence Vazard. Gentileza Kalie Granier.

Loud Spring nos presenta una comunidad emergente de pensadoras ecofeministas. ¿Cómo podemos colaborar para revertir la crisis global?

Loud Spring es un llamado a tomar consciencia y realizar acciones dirigidas a las injusticias sociales y ambientales. Soy cofundadora junto a Élodie Vidal de este colectivo artístico ecofeminista de San Francisco desde hace justo un año. Loud Spring ha crecido mucho desde entonces, y ahora agrupa en su centro a seis creativos y un gran grupo de miembros involucrados que comparten los mismos valores.

A través de performances de arte colaborativas, pretendemos exponer las principales problemáticas sociales y ambientales contemporáneas. También buscamos proponer un nuevo modelo de sociedad que funcione como una sinergia sustentable, respetuosa y equitativa entre la naturaleza y los seres humanos. Les invitamos a seguirnos y unirse a nuestros eventos artísticos colaborativos y participativos.

Desde una perspectiva ecofeminista, crees que hay algunas dimensiones del rol de proteger la naturaleza que es particular a la mujer, y de ser así ¿cuales serían?

No creo que el rol de proteger el medio ambiente sea único de la mujeres. Este rol debe ser abrazado por todos los seres humanos del planeta. Actualmente estamos experimentando un cambio de perspectiva en muchas sociedades. Están surgiendo grandes luchas por la igualdad. Como activistas ecofeministas, nuestro rol es tomar la oportunidad de cuestionar la opresión en todos los sentidos y dirigirnos a las raíces que tienen en común los desequilibrios sociales y ambientales.

Integrantes de Loud Spring: Elisabeth Dembele, Maren Mouhanna, Kalie Granier, Élodie Vidal, Magali Charmot. Gentileza de Kalie Granier.

Sitio web Kalie Granier: https://kaliegranier.com @kalie_granier

Sitio web Loud Spring: https://loudspring.site @loudspringart

Imagen de portada: La artista Kalie Granier trabaja con materiales de la naturaleza como algas en su obra artística. Crédito: Kalie Granier.