Los desafíos de conservar los humedales en Chile

Los humedales son hábitats que se forman en una profundidad relativamente pequeña bajo el nivel del suelo y que están constantemente inundadas gracias a la saturación producida con aguas que provienen de las lluvias, los cauces de ríos y/o el mar.  Esta inundación que puede ubicarse en cualquier parte del mundo, está determinada por la […]

Los humedales son hábitats que se forman en una profundidad relativamente pequeña bajo el nivel del suelo y que están constantemente inundadas gracias a la saturación producida con aguas que provienen de las lluvias, los cauces de ríos y/o el mar. 

Esta inundación que puede ubicarse en cualquier parte del mundo, está determinada por la estructura y las funciones geológicas de su entorno, por ello existen humedales de origen marino, estuarino (ubicados en desembocadura de ríos), lacustres, ribereños y pantanosos. Dependiendo de esas tipologías, serán las formas de vida que albergará.

Debido a que Chile es un país tricontinental, su territorio cuenta con una gran diversidad de humedales. Los vegetales más comunes que allí se encuentran son bosques húmedos y caducifolios, briofitas, líquenes y musgos que son el hábitat ideal para la reproducción de microorganismos y bacterias encontradas en los musgos y esenciales para la sobrevivencia de anfibios y reptiles y también para la reproducción y migración de las aves.

Sin embargo, muchos de ellos están extinguiéndose poco a poco por la actividad humana. Si bien se entiende que son fuentes que por naturaleza los seres humanos necesitan para subsistir (distintas comunidades los han utilizado a lo largo del tiempo), ya que proporcionan el agua para rellenar los acuíferos subterráneos que constituyen una fuente importante de agua dulce para la humanidad. Hoy en día el peligro es inminente por la actividad industrial y específicamente las inmobiliarias.

Algunos estudios científicos muestran que desde 1900 han desaparecido el 64 % de los humedales del planeta. En comparación con 1700, se calcula que se ha perdido el 87 % de los humedales a nivel mundial (estadísticas Ramsar).

Debido a ello, existen políticas públicas que resguardan su conservación. A nivel internacional existe la Convención Ramsar, un tratado que se firmó en 1971 y que al día de hoy cuenta con 160 países miembros que pueden suscribir humedales en la lista Ramsar por su importancia internacional. Chile, por su parte, se suscribió a la Convención y la promulgó como Ley de la República mediante el Decreto Supremo N° 771 del Ministerio de Relaciones Exteriores, en el año 1981. Desde ese momento ha suscrito tan sólo 13 sitios al listado.

El problema es que existen muchos otros humedales desprotegidos actualmente, algunos convertidos en parques o resguardados por la figura de Santuario de la Naturaleza, la cual no tiene mucha injerencia legal sobre la actividad humana e industrial que se genera en el entorno. Por lo mismo, existen distintas organizaciones que luchan por su protección.

Una de ellas es Fundación Kennedy, una organización que ha trabajado en unos 14 proyectos ambientales que promueven actividades educacionales, de divulgación, de investigación y recreacionales para desarrollar conciencia sobre la necesidad de proteger el patrimonio ambiental natural de los humedales.

Para saber más de este tema, conversamos con Francisca Bardi, Ingeniero Ambiental que trabaja para la Fundación Kennedy, una organización dedicada a la conservación de humedales en Chile. La Fundación colaboró realizando estudios teóricos sobre el humedal de la desembocadura del río Maipo, ubicado entre la rivera de la comuna de Santo Domingo y la de San Antonio, es decir, entre dos comunas. Una de ellas, Santo Domingo, con sus distintas administraciones ha buscado protegerlo y espera que se convierta en sitio Ramsar, sin embargo, el municipio de San Antonio no ha mostrado la suficiente voluntad para que se concrete.

Bardi, quien se encuentra actualmente en el Reino Unido para supervisar el proceso de traducción de documentos científicos de la Wildfowl & Wetlands Trust (WWT) -una fundación que realiza estudios sobre el estado de los humedales en el mundo- nos comenta desde allá detalles sobre esa situación y otras que afectan a la conservación de humedales en Chile.

reserve-slimbridge-2016

Endémico (E): ¿Qué estrategia están usando en la Fundación Kennedy para la conservación de humedales? ¿Como está funcionando Ramsar en Chile?

Francisca (F): Chile firmó como en el 1981 el convenio Ramsar y la idea es que todos trabajemos bajo esa línea, pero en la práctica hay mucho problema porque Ramsar vendría siendo como la UNESCO y no es muy visible o tangible para los chilenos. Acá no tenemos con quién contactarnos, además no hay una política clara sobre humedales. Para la Fundación, es difícil tener una estrategia de conservación definida porque cada humedal lo tratamos de manera individual y analizamos los problemas que tiene y según eso es la solución que se le da.

En Chile prima la propiedad privada y por eso pasa lo que pasó con varios humedales, como El Yali y el Peral; al final las obras externas los dañan. El humedal está declarado como área protegida y se trabaja para conservarlo pero puede haber un derrame a 2 kilómetros que va afectar al humedal. O lo que pasa en El Yali que es Reserva Nacional y sitio Ramsar, pero los agricultores del sector y Agrosuper tienen derechos de agua y secaron el humedal. Esto pasa porque aún no se regulariza bien el uso de ésta.

E: Algunas veces, ¿los municipios pueden hacer ordenanzas para su protección?

F: Sí, hay municipalidades que han creado ordenanzas ambientales para su protección, como es el caso de la Municipalidad de Santo Domingo o de Valdivia. Pero es complicado porque hay que tener personal para la fiscalización.

También es un tema de voluntades, hay humedales que son bienes nacionales de uso público, como por ejemplo los ríos. Un caso ejemplar es la desembocadura del río Maipo. La municipalidad de Santo Domingo tiene como prioridad la conservación del humedal y la municipalidad de San Antonio tiene otros intereses por lo que cuesta que se coordinen y que la conservación sea efectiva. Santo Domingo creó el Parque de la Naturaleza, donde cualquiera podría pensar que es muy importante, pero en realidad para el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental no se considera como un área protegida oficial. En general, para declarar estos lugares como áreas protegidas oficiales el Ministerio de Medio Ambiente solicita el consentimiento de los propietarios y ahí es donde hay un círculo vicioso porque generalmente la gente que está destruyendo el humedal son los propietarios del terreno y a ellos no les interesa declararlos áreas protegidas, entonces no los puedes proteger.

captura-de-pantalla-2016-10-23-a-las-8-58-55-p-m
Foto: Erick Vigouroux

E: Y en el caso del humedal del río Maipo, ¿quién es el propietario?

F: Es que en el caso del Maipo cuando son bienes nacionales de uso público, son administrados por las municipalidades, entonces tienen todo el apoyo del lado de Santo Domingo pero del lado de San Antonio no están muy convencidos, porque quieren ampliar el puerto.

E: Pero también hay un comportamiento que es independiente del puerto, porque la gente  va con perros que se meten al agua y persiguen las aves, y uno está ahí y uno dice qué hago, va donde el guardaparques y él dice que no puede hacer nada, porque la municipalidad debería venir a fiscalizar.

F: El guardaparques también debe ser un funcionario municipal pero tiene funciones determinadas y probablemente los que deben pasar las multas son los inspectores municipales y no los guardaparques, por lo que no puede hacer mucho. Para eso están las ordenanzas que sí sirven, pero en la práctica si no está el inspector tampoco sirven mucho. A menos que se pongan de acuerdo y le den esa atribución al guardaparques.

En los humedales de Algarrobo en donde llevamos más de 11 años trabajando, nos pasa que hay gente que en el verano anda en vehículos motorizados por la playa pero como tenemos muy buena relación con la armada apenas les avisamos y ellos les pasan multa.

E: Para el tema de protección de humedales en Chile está la figura de Santuarios de la Naturaleza y Ramsar que obligan a que haya fiscalización en esos lugares, ¿bajo qué criterio se eligen para que sean Ramsar o Santuario?

F: Según el Consejo de Monumentos, pueden ser Santuarios “todos aquellos sitios terrestres o marinos que ofrezcan posibilidades especiales para estudios e investigaciones geológicas, paleontológicas, zoológicas, botánicas o de ecología, o que posean formaciones naturales, cuya conservación sea de interés para la ciencia o para el Estado”.

El trámite consiste en completar una ficha para el Consejo de Monumentos y para el Ministerio del Medio Ambiente con la mayor cantidad de antecedentes que justifiquen la declaración. Se debe entregar un plan de manejo, y la idea es que haya un compromiso con el propietario para que se pueda mantener. El trámite es lento y se requieren antecedentes que justifiquen la declaratoria. Para Ramsar es un tema más político. Ramsar tiene una lista con 9 criterios para la Identificación de Humedales de Importancia Internacional como humedales representativos, conservar la diversidad biológica, aves acuáticas entre otros criterios. También se debe completar una ficha Ramsar con todos los antecedentes.

La diferencia que tiene la figura de Ramsar con la de Santuario es que en Ramsar promueve el uso sustentable de los humedales. En el fondo se permiten todos los usos que se desarrollen el lugar no prohibitivamente, si no que con la responsabilidad de que cada una sea compatible. En cambio el santuario de la naturaleza no es tan permisivo ya que tiene un fin de conservación.

E: Entonces pueden ser ambas.

F: Sí, como el Carlos Arwandter.

E: Me imagino que eso le otorga mayor protección.

F: Lo que pasa es que si tú contaminas un santuario de la naturaleza, probablemente te vas preso. En cambio Ramsar tiene el Registro de Montreux que es un registro de los Sitios Ramsar en el que se han producido cambios o alteraciones. Por lo que pasa a ser un juicio más político, ya que Ramsar es un acuerdo internacional. Si Chile tiene 13 humedales Ramsar y tiene los 10 contaminados, obvio que la OCDE o alguna institución internacional le van a llamar la atención.

E: ¿Cómo ves el tema de la conservación de humedales en Chile en comparación a otros países que pueden ser modelos en el tema?

F: Creo que a Chile le falta mucho, demasiado, y en temas de conservación en general, no hay una normativa clara, mientras esté el tema de los derechos de agua que siga perpetuidad es imposible conservar si es que tienes una persona que puede sacar toda el agua y meterla en un pozo.

E: Y ahora, con el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas que está como proyecto, ¿tú ves una opción para la conservación de los humedales?

F: Yo creo que sí, se supone que con el Servicio de Biodiversidad deberían mejorar todas las cosas, pero creo que también es un tema de mercado, en Chile los recursos naturales son sobreexplotados, en general a las empresas no les interesa realizar un uso sustentable de los recursos además si no hay normativa que los obligue. 

¿Qué vamos hacer? Más allá de que hoy en día las ONGs y sociedad civil se están organizando y están combatiendo esto, creo que tiene que haber un cambio de mentalidad a nivel nacional. El que no reclama al final no obtiene soluciones. Hoy en día así está funcionando, como en Valdivia, si toda la ciudad no se hubiese movilizado porque en verdad los cisnes empezaron a caer en los patios de las casas, CELCO sigue operando.

En el humedal El Membrillo (Algarrobo), si la Fundación Kennedy no existiera, tendríamos un edificio construido sobre el humedal. Ahora estoy hablando con gente de Puerto Montt de juntas de vecinos que están tratando de evitar que se construya un proyecto de viviendas sociales encima de un humedal que es alimentado con turberas…

E: O sea, lo ideal sería que existiera un proyecto de ley que prohíba toda actividad industrial sobre los humedales.

F: Sí, la actividad industrial y las construcciones. De hecho la Ley N° 11.402 del Ministerio De Obras Públicas, establece en su artículo 10 que “Se prohíbe construir casas para viviendas y con mayor razón formar poblaciones en suelos periódicamente inundables, aun cuando la inundación se presente en períodos de hasta 10 años”. Pero no sé, parece que la ley no se aplica porque Lo Barnechea construyeron en zonas que se inundaban y en Copiapó que construyeron en el cauce del río Copiapó que casualmente se inundó.

E: Y en el caso de la expansión del puerto en San Antonio, porque recuerdo que en algún momento se estaban planificando estacionamientos sobre el humedal ¿Cómo se llega a eso?

F: Sí, por eso digo que tiene que haber un cambio en la mentalidad. Cuando diseñan los proyectos de ingeniería son muy pocos los casos donde consideran el entorno y las consecuencias de la construcción de las obras. En un principio el proyecto del puerto consideraba incluso desviar el cauce del Maipo. No se trata de que no construyan nada, sino que se realicen los estudios necesarios y que las empresas sean responsables de lo que proponen.

E: Lo más grave para los humedales con los puertos cerca son los derrames de petróleo. Y ¿existen medidas de compensación que funcionen para prevenir los derrames de petróleo?

F: Es que cuando tú compensas es porque generaste un impacto significativo, el daño ya está hecho. Por lo que hay que tomar medidas para prevenir el derrame. Se debe educar a los trabajadores para que estén consientes del posible daño que pueden generar. Las personas que trabajan en el puerto como no conocen el humedal, no entienden qué es un humedal, ellos realizan su trabajo y no le importan las consecuencias de que se caiga un poco de petróleo al mar. Total da lo mismo. Como todos están tan urgidos de sus pegas, a la gente no le importa el otro y creo que mientras a la gente no le importe el del lado, es difícil no conservar la naturaleza.

captura-de-pantalla-2016-10-22-a-las-11-48-54-a-m
Humedal de Navidad

E: ¿Qué amenaza es la más latente a los humedales acá en Chile?

F: Para los humedales de la zona central yo creo que son las inmobiliarias y la sequía.

E: Eso sumado al cambio climático que afecta en todos los lugares, pero se habla que los humedales cumplen el rol de mitigar los efectos del cambio climático.  ¿Cómo un humedal puede mitigar los efectos negativos del cambio climático?

F: Por ejemplo, los que están a orilla de costa, mientras uno los mantenga son buenos para prevenir inundaciones por marejadas o tsunamis, porque son los primeros que van a recibir esos impactos. Lo mismo pasa si uno mantiene los cauces sin construir porque cuando hayan inundaciones, si viene una crecida del río y nosotros hemos construido en el humedal se nos va inundar todo. Pero si mantenemos los cauces despejados estos van a recibir el agua de la lluvia. Uno no debería construir en esos lugares.

E: ¿Es muy difícil que te aprueben el Ramsar? ¿Ustedes han postulado?

F: El único que hemos postulado es el del Parque Andino Juncal y ese ya es Ramsar.

E: Entonces el tema más difícil para Ramsar es el consenso entre las comunidades y el dueño, como tú decías. O sea si en el caso del humedal del río Maipo fuese así, todo se daría más fácilmente, ¿no?

F: Probablemente. En el Maipo al comienzo los pescadores también se oponían y eso porque cuando declararon Ramsar y Reserva Nacional el humedal El Yali les prohibieron el acceso a los pescadores, eso es un error porque al final lo que se promueve es el desarrollo sustentable.

E: Pasa lo mismo con las reservas marinas, cómo conservas si prohibes todo uso de los recursos.

F: En el fondo no estás conservando. Eso de sacar a la gente de los lugares es una política súper retrógrada, es lo que hacían los reyes.

Según Francisca, la piedra de tope para la conservación de humedales es el Código de Aguas, y enfatiza que en su modificación debiese establecerse que los derechos de agua ya no sean a perpetuidad de un privado.

Sin embargo, aclara que la labor de Fundación Kennedy hasta el momento se ha mantenido en las capacitaciones ambientales más que en el lobby político, ya que no tienen recursos financieros suficientes para hacerlo y los cursos y capacitaciones son una forma de generar recursos y, a su vez, crear conciencia ciudadana sobre los humedales, uno de los mayores problemas que ella identifica para la conservación de áreas naturales en Chile.