Francoise d’Eaubonne, una valiente pionera del Ecofeminismo

Novelista, poeta, feminista y activista por los derechos homosexuales, Francoise d’Eaubonne, la mujer que acuñó el término “ecofeminismo”, se formó en la lucha por los derechos de la mujer de la mano de, nada más ni nada menos que Simone de Beauvoir. Desde su juventud, d’Eaubonne bien sabía sobre gases contaminantes, revoluciones, guerras y derechos olvidados.

D’Eaubonne nació en París en 1920, cerca de 8 meses después de la firma del Tratado de Versalles, que dio por finalizada la Primera Guerra Mundial. Su padre, cercano a las ideas anarquistas, fue parte de un movimiento religiosos francés. Su madre era hija de un revolucionario carlista.

En el ensayo ‘El feminismo o la muerte’, Françoise d’Eaubonne expresó las ideas de la ecología feminista.

La inhalación de gases tóxicos en las trincheras dañó severamente la salud de su padre, por lo que la familia se trasladó a vivir a Toulouse, relativamente cerca de la frontera con España y el mar, lejos de la gran ciudad.

A sus 16 años estalló la guerra civil en Francia, a los 19 vio llegar a los republicanos exiliados de la guerra civil española, a sus 29 el comienzo de la Segunda Guerra Mundial y más tarde presenció los efectos del Holocausto en la misma cara de los judíos que sobrevivieron.

Durante estos años, se encontró con las páginas de “El segundo sexo” de Simone de Beauvoir. Se volvió militante feminista y por un tiempo formó parte del partido Comunista. A sus 40 años, en 1960, fue acusada de insurrección y traición a la patria por firmar el Manifeste des 121, en protesta contra la represión colonial en África y a favor de la desobediencia civil.

El levantamiento de mayo de 1968 fundó las bases para el pensamiento feminista que desarrollaría d’Eaubonne

Fue en 1968 que el Mayo Francés sentó las bases para el levantamiento feminista. Este quiebre socio-político dio pie al cuestionamiento de la autoridad, tema que se relaciona directamente con el planteamiento de una nueva y potente rebeldía contra el control del hombre hacia la mujer. Se dio rienda suelta a la palabra y la lucha femenina y social.

Las áreas de interés de d’Eaubonne no dejaban fuera la lucha por los derechos de los homosexuales, es por esto que en 1971 funda, junto con Guy Hocquenghem, el Frente Homosexual de Acción Revolucionaria. Luego, en 1973, formó parte de las mujeres que firmaron el Manifeste des 343, redactado por Simone de Beauvoir. El documento se presenta como una de las primeras manifestaciones de desobediencia civil a favor del aborto y los métodos anticonceptivos libres.

El eco-feminismo de d’Eaubonne tiene la mira fijada en el útero y el potencial de gestación de la mujer, en un momento donde la sobrepoblación y el control de natalidad comenzaban a ganar cada vez más importancia.

Otras pensadoras feministas como Simone de Beauvoir y Rachel Carson fueron significativas en la producción ensayística de Françoise d’Eaubonne

En el contexto internacional, 1970 – 4 años antes de que ecología y feminismo se encontraran en la pluma de d’Eaubonne – fue un año importante para el mundo ambientalista. Si bien el movimiento se remonta al siglo XIX, fue a principio de los ‘70 que el llamado Grupo de Roma encargó a científicos de Massachusetts un estudio sobre los problemas que estaba generando el desarrollo de la industria y la globalización.

Dos años después se publicó “The Limits of Growth”, un documento que analiza los primeros 60 años del siglo XX y explica cómo los efectos de la modernización influirán negativamente en los próximos 140 años, mostrando un panorama extremadamente negativo para el año 2100 si no se toman medidas al respecto.

Ese mismo año, en 1972, la ONU convocó la Conferencia de Estocolmo. Por primera vez se discute en un organismo político-internacional, como tema principal, la crisis medioambiental. A partir de estos hechos, estallaron los movimientos ambientalistas entre 1970 y 1980.

Novelista, biógrafa, poeta; el legado de Françoise d’Eaubonne se ha supeditado a su labor política, que la llevó a dar con algunas de las claves que hoy manejan los movimientos feministas.

Dentro de este gran engranaje que ponía a andar la acción y discurso de distintos personajes defensores de la ecología y el feminismo, es que, en 1974, Françoise publica “Le féminisme ou le mort” (El feminismo o la muerte). En este ensayo, d’Eaubonne menciona por primera vez el término ecofeminismo y explica que es el patriarcado el que se adueña del potencial reproductivo de la mujer, explotándolo, al igual que explota un recurso natural, para tener más y más hijos. Esta explotación es la que ha llevado a la sobrepoblación.

Por lo anterior, la ecología necesita del feminismo para luchar por su bien, y el feminismo necesita de la ecología para justificar, una vez más, los métodos de control de natalidad, en pos del planeta y la humanidad. “El feminismo, al liberar a la mujer, libera a la humanidad entera”, escribe d’Eaubonne en su ensayo.

En 1978, Françoise fundó el movimiento Ecofeminista, teniendo poca repercusión en Francia, pero sí, mucho más éxito en países como Australia y Estados Unidos, donde la temática del ecofeminismo se venía insertando hace años con personajes como Rachel Carson y su Primavera Silenciosa.

Durante su prolífica carrera como activista y escritora, Françoise d’Eaubonne escribió más de 50 textos, entre poemas, ensayos y novelas. Dio cátedras sobre ecofeminismo en Estados Unidos y tuvo dos hijos, pero no existe información sobre el padre de ellos. Falleció en París el 2005 a la edad de 85. Su legado marcó a las generaciones posteriores en la defensa de los derechos de la mujer y del medioambiente.

La pertenencia de su familia a movimientos revolucionarios carlistas y a movimientos religiosos con base social marcó la vida de Françoise d’Eaubonne.

Crédito foto portada: Henri Rousseau, “El sueño”, Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA)